jueves, 29 de julio de 2010

Humanidad...



Estarás aquí como pequeño forajido,
Entretejido entre montañas
Casto de toda vanidad incolora…
Sujeto a la firmeza del vaivén del viento…
Avido de suaves palabras vacías…
Soñante de la libertad labrada…
Poseso del estupor jadeante
Libre de descripciones rotas
Helo aquí… Llano en lo profundo
Esbozado en el humor plateado…
Cargado de sutiles memorias..
Sopena de su morada andante…
Siempre errático en su ser
Yace enmohecido en su más perdurable existencia
Simplemente habitado por briosas ninfas
Que adolecen de fugaces destellos de alegría…
Amorosamente dadivado por el taciturno
Hoy quieres poseerte en el más fino de los hilos
Y ruegas a la senil divergencia
Para que la plegaria sea abrigada…
Más tu ser se disluce en cada serpenteo divino
Y al fin lo lográs…
Eres el ser más digno de ser tuyo…

martes, 6 de julio de 2010

Levedad...



Abrazas el otoño parpadeante…
Lleno de pedazos ajenos, Titubeantes…
Sobrio de toda levedad ausente…
Sencillamente espectrado en dulces anhelos…
Sollozando lastimeramente a la tibieza pequeña…
Inequívoco de su fiel efímera, creyendo en voraces palabras…
Más ella, dulcemente envilecida por el tiempo
Se desvanece freneticamente..
Es claro!!!
Siguió leyendo el reverso de sus palabras…
diluidas al vaivén de un mezclado café…
Sonriendo vislumbra el tenue color de las hojas…
Que se deshace con cada pestañeo…
Y entonces ella danza…
Baila incansable al compás de diferentes melodías…
Con la esperanza de escuchar la primera y más fuerte…
Con sus suaves destellos fijos en quien ya conoce…
Su mejor proyección divina y humana…
Más este otoño termina…